Max me miro con ojos comprensivos. Parecía entender lo confundida que estaba. Me acababa de decir que había metido a todos en un gran problema, había nombrado seres de los que no había oído hablar en mi vida y por si fuera poco aquel silencio me iba a volver loca del todo.
-Mira para explicarte lo que son los Oscuros voy a tener que darte una clase rápida sobre historia de la magia.- se había tranquilizado del todo. De sus ojos habían desaparecido el pánico y la ira, pero no se habían convertido en tranquilidad, sino en frustración. Max había comprendido que hasta que no me lo explicara todo detalladamente no entendería la gravedad de la situación. – Así que empezare por el principio. En el comienzo de los tiempos todas las personas, y si no eran todas eran la gran mayoría, estaban dotadas de poderes mágicos. Uno por persona, descubierto en la niñez y potenciado durante la juventud. Pero pronto apareció un poder que desencadeno el caos, el Poder de Absorción. Los succionadores tenían la capacidad de adueñarse de los poderes de otros magos si así lo deseaban y volverlos mortales. Eran muy útiles en los ejércitos y pronto muchos reinos tan solo deseaban magos succionadores en sus filas de combate. Pero esto provocó que se creyeran superiores al resto. Comenzaron a crear hermandades exclusivas para aquellos que tuvieran el don de tener todos los dones. Y precisamente este fue el objetivo principal del líder de una de estas hermandades. Conseguir el poder infinito, el poder sobre todo.
-¿Y lo consiguió?-le corte toda intrigada. Max sonrió a mi pregunta, pero no era una sonrisa alegre.
-Sí, sí que lo consiguió.- su voz parecía apagada. Como si estuviese rememorando un mal recuerdo- Obtuvo todos los poderes posibles, y no fue el único. En poco tiempo muchos magos succionador lo habían conseguido. La gente comenzó a llamarles los Completos. Se creían perfectos, con poder sobre todos los demás seres. Hasta el punto que declararon la guerra a todo el mundo mágico para conseguir su dominio.-su voz se apago unos segundos.- Cuando aquel holocausto hubo finalizado millones de magos habían perdido la vida y la gran mayoría de los supervivientes habían sido convertido en simples humanos debido al Poder de Absorción. La magia empezó a verse como algo oscuro y manchado de sangre. Y para intentar quitar esta mancha los sabios de la Gran Asamblea decidieron que el Poder de Absorción debía ser destruido y con él los Completos. Pero el nombre de la magia jamás fue limpiado y poco a poco los magos fueron ocultando sus poderes hasta que teóricamente la magia dejo de existir.
-¿Pero qué tiene que ver eso con los Oscuros?- le pregunte extrañada ante la información que me había dado.
-Digamos que es el origen.-aclaro Max- El Poder de Absorción fue destruido, pero los Completos no. Porque a diferencia de lo que creían los sabios, los Completos si podían existir sin los succionadores. Porque el poder de los Completos ya había sido creado y era uno solo, el poder sobre todo. Y cuando en la Última Asamblea se decidió que todos los poderes debían ser guardados en objetos especiales para que el mundo no ser quedara sin magia el poder infinito estuvo entre ellos, aunque nadie lo supo nunca. Por lo menos ninguno de los sabios que residieron la Asamblea supieron jamás que aquello que habían intentado destruir en realidad lo estaban protegiendo para la prosperidad. Mira.-su voz cambio de tono, como si después de recitar una lección de memoria ahora tuviera que explicarla.- El mundo mágico no es lo que era. Apenas quedan magos y las Chispas de Poder prácticamente han desaparecido.
-¿Chispas de Poder?-Max dejó su ensoñación y me miro de repente. En sus ojos había algo extraño.
-Lo siento.-me dijo suavemente.-se me olvida que te estoy explicando todo esto a ti. Las Chispas de Poder es el nombre que se le dio a los objetos como tu medallón. Objetos que avivan la magia dentro de las personas.
Yo simplemente asentí, no necesitaba más explicaciones suficiente información había ya en mi cabeza.
-El hecho de que la magia este desapareciendo no es algo que agrade a nadie de los que conocemos su existencia, pero hay hermandades de magos a las cuales les ha sentado realmente mal. Y entre ellas se encuentra la de los Oscuros, una de las hermandades más antiguas y ortodoxas del mundo mágico.
-¿Qué clase de hermandad se pone el nombre de los Oscuros?- pregunte un tanto extrañada.
-En realidad los Oscuros son un conjunto de siglas.- dijo medio divertido.- O.s.c.u.r.o.s: originalmente seres creados para… No me acuerdo muy bien como sigue, pero tenía que ver con algo de guardar la pureza de la magia.-contesto Max a mi pregunta mientras intentaba hacer memoria y acordarse del resto.
-¿Y qué tiene que ver esa gente conmigo?- pregunte yo que seguía sin enterarme de nada.
-Los Oscuros creen que se puede dividir el poder de los Completos.-su voz se atragantaba a cada palabra que tenía que pronunciar.- Y así conseguir que de un único mago se creen miles, porque realmente nadie sabe cuántos poderes mágicos existen.
-Pero… ¿eso se puede hacer?- añadí yo vacilante.
- No, no se puede hacer. Ningún Completo ha salido con vida, es mas ningún mago saldría con vida de la extracción de su poder y menos si tratan de dividir este en millones de pedazos.
-Entonces están matando gente a si sin más y ¿nadie se lo impide?- me sentía medio furiosa. Puede que el mundo humano no fuera perfecto, pero el mágico se iba a llevar la palma.
-Nadie se lo impide porque nadie sabe lo que están haciendo. –había cierta tristeza en su voz que me hizo vacilar antes de decir.
-Pero tú lo sabes.
- Yo lo sé porque mi hijo era un Completo igual que tu. Y cuando se lo llevaron diciendo que querían hacerle unas pruebas para ingresar en la hermandad me sentí muy orgulloso de él. Pero nunca regreso y poco después recibí la noticia de su defunción. Dijeron que no había sobrevivido a una de las pruebas de acceso, pero cuando me devolvieron sus objetos personales encontré un mensaje escrito a mano que contaba todo lo que ocurría realmente escondido dentro del dobladillo de un pantalón. Sabía de sobra que iba a morir, igual que había visto morir a otros muchos. –Hubo un breve silencio antes de que continuara diciendo.- Los Oscuros son la hermandad más respetada en el mundo mágico, nadie me creería si empezara a contar la verdad.
-Pero tienes el mensaje. Eso son pruebas ¿no?- le pregunte yo intentado averiguar por qué no había hecho nada todos estos años.
-Tengo un mensaje sí, pero no un cadáver, ni unas cenizas. Nada que pruebe que mi hijo ha muerto.- había autentico resentimiento en su voz. Tanto que tuvieron que pasar por lo menos dos minutos antes de que pudiera añadir vacilante.
-¿Y ahora que se supone que tengo que hacer?
1 comentarios:
oh que bueno que ya publicastes capitulo lo esperaba ansiosa :D espero el proximo <3
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