Cuando por fin apareció mi objetivo empecé a descender. La velocidad que llegue a alcanzar me asusto un poco. Pensé que me daría contra el suelo si no frenaba, pero cuando estaba a tan solo a medio metro mi cuerpo hizo una curva y me quede parada en el aire. Entonces mi preocupación paso a ser otra, como entrar en la casa. Trate de volver a ser yo, pero me había puesto demasiado nerviosa y no fui capaz. Comencé a dar vueltas alrededor de la casa aterrada hasta que vi una ventana abierta.
Mi salvación.- fue lo único que se me paso por la cabeza.
Mi dirigí rápidamente hacía ella y pasé por debajo de la ventana medio abierta. Era la habitación de un adolescente, seguramente del hermano de Jane puesto que la decoración que tenía era de todo menos femenina.
Salté de la ventana y cruce toda la habitación para colarme por la rendija de la puerta. No sabía hacía donde tenía que dirigirme ahora. Ese era el segundo piso y yo solamente había estado en el primero y en el taller mágico como le gustaba llamarlo a Jane. Así que me dejé guiar por el olor. No sabía donde exactamente, pero había alguien comiendo galletas y bebiendo café así que esa fue mi meta. Cruce todo el pasillo y baje las escaleras siguiendo el olor y finalmente llegue al gran salón. Allí me esperaban Jane y Max un tanto apurados, supongo que estarían esperando a que llegara. Me pose sobre la mesa y con un piido me hice notar, los dos me miraron perplejos y ya relajada resople. Sin darme cuenta me había vuelto a transformar y casi rompo la mesa al hacerlo.
-¿Pero como…?-exclamó Jane perpleja.
-La verdad es que yo tampoco lo entiendo demasiado.-empecé a explicarme yo.- tenía que escaparme de casa para venir y supongo que era la única solución.
-Me alegra saber que vas dominando tus poderes cada vez mas eso nos ayudara a agilizar las cosas.- me dijo Max.
-La verdad es que mucho tiempo no tengo a si que cuanto más rápido mejor.- comente yo con una sonrisa torcida. No sabía cuanto tiempo tardaría mi prima en aburrirse y querer entrar a la habitación.
-Pero por donde has entrado.- Jane seguía confundida, pero no la culpe por ello si hace dos meses un pájaro se hubiese convertido en una persona encima de la mesa de mi salita tendrían que haberme encerrado en un siquiátrico.
-Por la habitación de tu hermano.- le contesté mientras ponía la alarma en el móvil para que no me volvieran a pillar en casa desprevenida.
-¿Por la habitación de mi hermano?- ahora si que estaba confusa.
-Si, tenía la ventana abierta.- sus caras empezaron a mostrar una gran confusión que me hizo preguntar.- ¿Ocurre algo?
-No es solo que me sorprende que no se haya extrañado de que un pájaro entrara en su habitación.- dijo Jane cada vez mas confundida.
-Dudo que extrañara porque no está en su habitación.- dije yo oliéndome un poco que Jane y su abuelo no sabían que él no estaba allí.
-¡Que no esta en su habitación!- exclamo Jane mientras corría escaleras arriba.
-¿Ocurre algo?- volví a preguntar al contemplar la reacción de ambos. Max se puso realmente inquieto y salió también de la habitación y comenzó a registrar todo el piso de abajo. Consiguieron que yo también me inquietase y me acerque a la puerta de la sala.
-No está en el piso de arriba.- chilló Jane bastante alterada mientras bajaba las escaleras para encontrarse conmigo.
-En el de abajo tampoco está.- añadió Max intentando parecer sereno.
-¿Y en el taller?- pregunto Jane con un tono de esperanza en la voz.
-Ya lo he mirado.- dijo su abuelo derrotado.
-¿No sabíais que no estaba?- pregunte yo intentando conseguir un explicación, porque con la cara que tenían ambos estaba claro que no lo sabían.
-No, por supuesto que no.- exclamo Max un tanto alterado.- Jane y él tienen prohibido salir de casa desde que confirmaste que los rastreadores se habían acercado al pueblo.
-Es por el hechizo.- intento explicarse Jane.
-¿Qué hechizo?- me interese yo.
-El que te iba a enseñar a hacer esta tarde, el de camuflaje. Tiene protegida la casa, pero una vez que sales de ella eres vulnerable.- Era la primera vez que veía gesticular a Max.
-¿Vulnerable?- no entendía nada.
-El hechizo hace que toda la magia que sucede dentro de esta casa sea invisible para el don de la Visión y que nosotros mismos lo seamos para el de rastreo, pero una vez fuera no funciona. No sirve de nada.- esta vez era Jane la que trataba de explicármelo.
-Por eso les dije que no saldrían de casa.- continuó Max.- Lo siento Cristal, pero hoy no habrá clase de magia, tengo que ir a buscar a tu hermano.- añadió mirando a Jane.
-Faltaría más. ¿Queréis que me vaya?- pregunte yo.
- No.- exclamó Jane.- no me dejes sola.
2 comentarios:
¡Vaya! Eres seguidora de mi blog y mira que he visitado el tuyo y me ha fascinado, ahora tendre que leer los primeros quince para alcanzarte, lo hare pronto, lo prometo.
Besos
Y yo prometo publicar pronto un nuevo capitulo =)
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