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Portada creada por Mientras Lees

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sábado, 26 de diciembre de 2009

Capitulo 5: Un extraño encuentro

Eran las nueve y media de la mañana. Yo siceramente pensaba que mi abuela no entendía que soy un ser humano y que a estas horas debería estar en la cama y no saliendo del portal a comprar el pan con lo primero que había encontrado por mi habitación puesto encima.
Por suerte la tienda no estaba ni a una calle de casa y no había nadie en la acera que me viera con la cara dormida que llevaba.

La tienda estaba abriendo cuando llegue. No había absolutamente nadie más y la dependienta estaba más dormida que yo. A pesar de ello me atendió rápido y antes de lo que pensaba ya estaba en la calle otra vez con el pan y el periódico mirando fijamente a la casa del terror. Era una autentica lastima que una casa así se echara a perder. Cruce la acera entre otras cosas porque era el camino para ir a casa y también porque quería ver la mansión más de cerca. Con la bolsa del pan y el periódico aún en la mano izquierda mire hacía el tejado de la casa y después deslice la vista hasta extenso jardín, destrozado por el paso de los años. La casa no estaba mal del todo, si que le hacían falta un par de reformas. Pero lo que realmente le daba esa imagen tan lamentable era ese jardín. Entonces se me ocurrió que yo podía cambiar eso aunque solo fuera un poco. Pasé la mano entre los barrotes de la verja metálica y todas las malas hierbas en un radio de cinco metros desaparecieron para dar paso al cumulo de flores mas vistoso y variado que podía imaginar. Sonreí al contemplar mi gran obra.

-No debería haber hecho eso señorita.- una voz me sorprendió detrás de mí. Me gire rápidamente para mirar de quien me estaba hablando.
-Alguien podría verla y tendría graves problemas.- era un señor mayor con pinta de buena persona, pero me miraba tan seriamente que me dio hasta miedo.
-Perdone, pero no se de que me esta hablando.- le conteste yo mientras desviaba la mirada hacia las flores que acababa de crear.
-A eso justo me refiero- me dijo mientras señalaba las flores con un pequeño gesto de mano. – ¿Que creé que dirá la gente cuando vea que han crecido esas flores de un día para otro en un jardín que lleva años muerto?
-Pues…-balbuceé, no se me ocurría nada que decirle. Me puse que estaba nerviosa y solo conseguí sonrojarme.
-Exacto, solo rumores y comentarios estúpidos. Por eso será mejor que las quitemos de ahí.- y después de decir esto con un movimiento de mano hacía las flores que cinco minutos antes yo había puesto ahí con muchísima más dificultad las hizo desaparece, volviendo los hierbajos que estaban antes.
Me sorprendí tanto al ver que las flores desaparecían tras su gesto. Que hasta él se dio cuenta.
-No hace mucho que descubriste tus poderes. ¿Verdad?- me dijo mientras que el tono de su voz bajaba aún mas debido a una persona que pasaba cerca de nosotros y se volvía mas amistoso.
-Pues, la verdad es que no.- en mi voz se notaba claramente que seguía un tanto confundida con lo que estaba ocurriendo.
-Seguramente tendrás muchas preguntas sobre…- la cantidad de gente que había empezado a verse en la calle había aumentado considerablemente en los últimos minutos y debido a ello el tono de la conversación había descendido hasta el silencio, ante la posibilidad de que alguien oyese algo comprometedor.
-Tu cambio- escogió las palabras de forma que no sonasen del todo extrañas mientras seguía con la mirada a todo el mundo que pasaba por la acera.- Pero como habrás podido comprobar este no es el mejor lugar para hablar de un tema tan delicado. Sera mejor que esta conversación continúe en otro momento. ¿No cree usted?
-Si –dije a media voz- ahora hay mucha mas gente en la calle.
-Eso es por la hora.- y tras decir esto dio media vuelta se marcho.
Me quede parada durante unos segundos mirando como aquel extraño señor se marchaba sin darme las explicaciones que tanto necesitaba en ese momento.

Mientras caminaba hacía mi casa no podía para de pensar en que si me hubiesen dicho hace quince días que esto me iba a pasar. Me hubiese echado a reír y habría creído que me estaba tomando pelo, pero ahora podrían decirme que un ovni se ha estrellado enfrente de mi casa que me lo creería. Jamás había estado tan confusa.

-Ya te vale guapa. ¿Dónde se supone que te has metido?- me reprocho Alicia nada más entrar por la puerta.
-Pues, comprando el pan y el periódico, donde sino.- le conteste yo, al fin y al cavo no era totalmente una mentira.
-Menuda cola que debía de haber en la tienda para tardar tanto.- siguió ella mientras se tiraba en el sofá.
-La verdad es que prácticamente no habían abierto la tienda. Por cierto ¿estás sola?- acabe preguntándole yo.
-Si la abuela se ha ido a dar un paseo.- me contesto ella levantado un poco la cabeza para verme por encima del sofá.
-Vale – le conteste yo mientras me dirigía hacia la cocina para dejar las compras encima de la mesa.

1 comentarios:

Consejera Virtual dijo...

por favor nunca dejes de escribir una historia tan fascinante!! jaja la amo!! por favor postea pronntiito!!

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