Su paso era rápido y alegre, parecían mas pequeños saltos que pasos. Encajaba completamente con su voz cordial.
-¿Cómo te llamas? –me preguntó mientras hacía círculos a mi alrededor.
-Cristal. – le conteste yo con mejor humor. Necesitaba que me explicaran qué narices estaba pasando en mi vida.
-Me gusta.-me sonrió ella.- Es diferente.
-Pues para que lo sepas Jane no es el nombre más común de por aquí.- era curioso como en dos minutos esa chica había logrado que me comportase como si estuviera con una de mis mejores amigas.
-Ya, pero yo tengo escusa. No soy de por aquí.-me dijo riéndose mientras se paraba delante de una casa.
-¿De donde eres?-le pregunte yo intrigada.
-En realidad no lo tengo muy claro.-me contestó ella un poco más apagada.
En ese momento mire por primera vez hacía la casa que teníamos delante. Era una casa unifamiliar de dos plantas, pintada en color crema y muy bien cuidada.
-Abuelo.-chilló Jane nada más entrar por la puerta.-Hemos llegado.
Me sentía un poco incomoda. A pesar de que me hubiesen invitado a ir era como si estuviera completamente fuera de lugar.
-Me alegro de que halláis llegado. Tenemos muchas cosas que aclarar.- nos recibió el abuelo de Jane saliendo de una estancia parecida a un despacho.
Nos dirigió a un amplio salón. Allí, se sentó en un sillón de cuero negro que había junto a la chimenea. Jane en el sofá que estaba a su izquierda y yo me apoye ligeramente en el brazo de este. La situación era realmente tensa. Por lo menos para mí, nunca se me ha dado del todo bien hablar con desconocidos. Solo deseaba que me lo explicaran todo muy rápido para poder marcharme tranquilamente a mi casa.
-Haber… como explicarte…- empezó a susurrando Max- Seguramente habrás oído alguna vez la expresión en el momento y en el lugar adecuando es donde surge la magia.
- Me suena haberlo oído algo parecido.
-Bueno, pues en realidad la magia surge en la persona adecuada con en el impulso adecuado.-trato de explicarse Max.
-Abuelo, creo que no te sigue- le cortó Jane a Max ante mi cara de desconcierto.
-No, la verdad es que no demasiado.- afirme yo, tímidamente con una media sonrisa.
-Voy a explicártelo de otra manera.- dijo entonces Max.- En la sociedad que vivimos hoy en día la gente no cree en la magia. Tan solo creen el lo que pueden tocar y solo se preocupan por lo material. Todo lo que se hacía antes con magia ha sido sustituido por tecnología.
Pero de vez en cuando aparecen personas como tú. Personas que en el fondo de su ser creen en la magia y por ello son atraídas hacía objetos especiales como tu medallón, que hacen despertar dentro de ellos la chispa de la magia y la avivan hasta conseguir una llama tan poderosa como el mismísimo sol.
Cristal te ha sido concedido un don muy escaso y preciado. Debes aprender a controlarlo y a potenciarlo.
Esta última frase me la dijo tan serio y convencido que me hizo sentirme importante y a la vez aterrada.
-Bueno…-titubee- ¿Cómo se supone que debo aprender a controlar mis poderes?
-Proponiéndote cosas.- me contestó Max.- Y así descubrirás cuales son los poderes que te han sido concedidos. Por ejemplo: la creación de flores con la que te descubrí. Ese es un poder sobre la tierra, normalmente las personas que tienes esa clase de poder los tienes sobre todos los elementos. ¿Conoces algún otro poder que tengas?
-No, creo que no. Lo único mágico que he hecho son cosas relacionadas con plantas…- le dije mientras pensaba en todo lo que había ocurrido los últimos días.- Así más que me acuerde ahora solo eso y… Bueno luego están las sombras, pero a esas no las he creado yo.
- ¿Ha que te refieres con lo de las sombras?- Se había puesto realmente serio. Incluso Jane, que se había quedado callada la mayor parte de la conversación me miraba ahora como si hubiese dicho algo que no debía.
- Pues…- no sabía dónde meterme. Ojala no hubiese abierto la boca.- me refiero a que hace tiempo que veo una especie de sombras. Hombres encapuchados, vestidos de negro a los que no se les ve la cara. Con el tiempo su presencia se hecho más notable. Es como si vinieran a por mí.
-Y eso hacen.-susurro Jane. Fue algo prácticamente inaudible, sus labios casi no se despegaron. Pero lo oí y seguramente Max también, pero fingió que no lo había hecho.
-Exactamente lo que me temía. Oscuros. – parecía que hablaba mas consigo mismo que conmigo.- ¿Cuándo fue la última vez que los viste?
-¿Qué son los Oscuros?- pregunte extrañada.
-Es importante que me digas cuando los viste por última vez.- Insistió Max.
-Hace unos días en la playa durante el incidente. ¿Estoy metida en un lío?- estaba realmente nerviosa. La tensión que había en la habitación se podía cortar con un cuchillo y la expresión de los ojos de Max lo decían todo habían pasado de la preocupación al pánico.
-No solo tú, sino todos nosotros estamos metidos en un gran problema. Jamás pensé que fueras una Completa. Jane por favor ve a buscar a tu hermano a partir de ahora será mejor que no andéis solos por ahí.- el hecho de que no parara de hablar para sí mismo entre conversaciones no conseguía otra cosa que ponerme más nerviosa.
-Ahora voy.- dijo Jane mientras se levantaba, ella también parecía realmente preocupada.
- Cristal es importante que me cuentes todo lo que recuerdes de tus encuentros con los Oscuros.- cuando Max me habló su voz se había vuelto serena y tranquila, pero se notaba que estaba intentando ocultar su nerviosismo para que yo me tranquilizara.
-¿Qué son los Oscuros?-medio solloce.
2 comentarios:
aaaaaa quiero mas mas mas :D
publica pronto pliiiiiiiiiiiiiis
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