RSS

Portada creada por Mientras Lees

Portada creada por Mientras Lees

viernes, 5 de febrero de 2010

Capitulo 11: Los deberes

Entré en mi habitación y tras mirar que no venia nadie cerré la puerta. Lo último que necesitaba era a Alicia revoloteado.
Me agache al pie de la cama y extraje la carpeta azul de debajo del colchón.
Max me había dado esa carpeta antes de irme.Me senté en el suelo y la abrí.
Había un cumulo de papeles escritos a mano. Seguramente copias de sus investigaciones. Cuando me lo había dado la tarde anterior me dijo que eran sobre todo pruebas para que fuera realizando por mi cuenta. Al fin y al cabo no podría ir todas las tardes a su casa si quería pasar desapercibida.
Extraje el primer papel, era una hoja pequeña en ella se había escrito a mano algo en latín: “vox is sedeo in peppermint”.
-El poder reside en la mente.-susurre al verlo.
Max ya lo había mencionado alguna vez y pude reconocerlo.
Continúe sacando hojas, la siguiente era un folio amarillento como si tuviera por lo menos diez años. En su encabezado ponía Pruebas de los cuatro elementos y estaba dividido en fragmentos tras una breve introducción.
Para demostrar que el sujeto es capaz de controlar los elementos deberá realizar con existo estas cuatro pruebas.
1) Prueba del viento.
El sujeto deberá ser capaz de crear un tornado no más grande que la palma de su mano y poder controlarlo sin ningún tipo de problema.
Me puse de pies y trate de relajarme, suficientemente complicada me parecía la idea de tener que crear un tornado como para permitirme estar nerviosa.
Estire el brazo izquierdo con la palma mirando hacía arriba y con el dedo índice de la mano derecha comencé a dibujar una espiral en el aire sobre la palma. A medida que mi dedo se alzaba en el aire el torbellino crecía con él. Hasta que tuve un remolino de unos diez centímetros bailando en mi mano izquierda. Sonreí orgullosa al ver como se movía sobre mi mano. Me agache para mirar como se suponía que debía demostrar el control que tenía sobre mi pequeño tornado. Pero sin darme cuenta al inclinarme mi pequeño torbellino se deslizo de mi mano y choco contra la cama. Como si de pronto le hubieran puesto pilas comenzó a girar a la velocidad del rayo. Para mi desgracia no precisamente sobre si mismo.
Antes de que me diera tiempo a reaccionar el tornado había comenzado a correr raudo sobre el suelo de mi habitación girando sobre si mismo. Paso sobre la carpeta que me había dado Max desperdigando todos los papeles por la habitación. Comencé a correr de un lado para otro intentando reunir de nuevo los papeles que habían salido disparados, pero era más rápido que yo. Y para cuando conseguí reunir todos los papeles había desecho la habitación entera. Las mesillas vacías, los peluches por el suelo, las camas sin hacer…
Quise gritar, pero solo fui capaz de gruñir. Tire los papeles ahora completamente desordenados al pie de la cama y me dirigí con paso ligero a al otro extremo de la habitación donde mi obra maestra se había quedado atascado en una esquina. Parecía un montón de espuma girando sobre si misma. Hubiese sido tan bonito en otras circunstancias.
Me agache para recogerlo, pero se escapo por mi derecha. Gire rápidamente, pero cruzo la habitación debajo de las camas. Mire fijamente a la ventana que se situaba al otro lado de la habitación y un segundo mas tarde esta se abrió de par en par, el tornado salió disparado de debajo de mi cama esparciendo de nuevo los papeles por todas partes y colándose por la ventana. Esta tras su paso se cerró automáticamente. Eche un vistazo a la habitación terriblemente desordenada y me desplome en el suelo derrotada. De pronto unos golpecitos resonaron en la puerta a mis espaldas.
-Cristal a cenar.- era mi abuela. Por suerte para mi no había abierto la puerta para darme la noticia como haría mi madre. No sabría como explicarle tanto desorden.
-Ya voy.- le conteste mientras me levantaba.- Ya basta de magia por hoy.- pero eso solo pudo oírlo mi cabeza