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Portada creada por Mientras Lees

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jueves, 24 de diciembre de 2009

Capitulo 3 : El bosque

El primer fin de semana variamos un poco. Mi tía había planeado una excursión para todo el día a un monte cercano.
-Nos vamos, despierta, nos vamos- me despertó Alicia saltando sobre mi cama.
-¿A donde?- Le pregunte mientras me estiraba como podía dentro de la cama con ella encima.
-Al monte.- me contesto efusivamente ella.
-¿Qué hora es?- le pregunte como si no hubiera oído nada de lo que me acababa de decir.
-Las diez y media ¿por?- me contestó ella.
- ¡Solo!-le grite yo.
- No seas vaga y levántate. Que yo me he levantado hace media hora.-me reprocho ella.
- Jo- me queje mientras salía de la cama aún desperezándome.

Salí de la habitación detrás de Alicia que iba dando saltitos y entre en la cocina donde me esperaba el resto de la familia.

- La bella durmiente-se rió mi tía.
-¿Que tal has dormido?- me preguntó mi madre mientras me servía el zumo.
-Bien- conteste y me bebí el zumo de un trago. - ¿A donde vamos? –pregunte mientras me levantaba a coger unas galletas.
- A un monte que hay aquí cerca. Vamos a coger el coche a si que tomate una pastilla para el mareo.
-Vale-conteste mientras me metía una galleta en la boca.
- ¿Qué se supone que me tengo que poner?- pregunte cuando acabé de masticar.
-No se- me contesto mi tía- Algo parecido a lo que lleva tu prima, mallas y camiseta.
-No ha traído mallas- contestó mi madre.
-No tengo mallas- rectifique rápidamente.
- Puedes ponerte los shorts oscuros con una camiseta.- apuntó mi madre.
-¿Qué zapatillas metiste en la maleta?- pregunte.
-Las converse.-me contestó ella
-Vale-y nada mas contestar me levante y me dirigí a la habitación a vestirme. Como las únicas zapatillas que había traído eran unas rosas busque algo que le conjuntara. Al final me puse una camiseta ancha rosa y blanca de rallas con letras negras.

Cuando pase por el baño pude ver que mi pelo no tenía ninguna solución a si que me lo recogí en una media coleta. Y me metí unas horquillas en el bolsillo del pantalón por si después me estorbaba el flequillo. Al pasar frente a un espejo que había en el pasillo pude observar que con la camiseta que llevaba apenas se me veía el pantalón que había debajo.

-Pero se me vería menos con el otro pantalón corto que tengo.-pense.

La subida en coche fue un poco larga, pero el paisaje merecía la pena.

-Es una subida corta, unos 2 kilómetros más o menos.- informo mi tía mientras salíamos del coche.
-¿Cómo está el camino?-preguntó mi madre.
- Un buen trozo es asfaltado, no es una subida complicada.- contestó ella.
- Bueno a que estamos esperando. – objete yo.
- Me pido pri.-Chilló Alicia mientras echaba a correr cuesta arriba.
- Ten cuidado.-Le gritó mi madre.
- Creo que sabe cuidarse sola.- le conteste yo.- Y de todas formas ya voy yo detrás suyo.

Como bien había dicho mi tía el primer tramo del camino era una carretera asfaltada por la que había casa y paseantes. Durante todo este tramo había tenido que ir corriendo detrás de Alicia. Porque como se hiciera la más mínima herida las culpas iban a caer sobre mí. Por suerte se detuvo en el primer cruce.

-¿Por donde es?- me preguntó mirando a todas direcciones.
-No sabes leer- le conteste a media voz mientras soltaba las manos de las rodillas y me incorporaba. Me dirigí a uno de los carteles del cruce. – Aquí pone que la cima está a un kilometro hacía allí.-Le dije mientras señalaba el mismo camino que el cartel.
- Pues vamos ¿no?-me dijo ella mientras se encaminaba otra vez a andar.
- Tenemos que esperar al resto.-le dije esperando que me hiciera caso y se detendría, la verdad es que con el ritmo que llevaba Alicia habíamos dejado al resto muy atrás. Hacía rato que se habían dejado de oír los gritos de precaución de mi madre.
- Pueden tardar una hora en llegar hasta aquí. Vamos o te vas a quedar fría.- Y nada mas decir esto hecho a correr camino arriba.

Me pilló totalmente desprevenida y para cuando quise atraparla ya era demasiado tarde. Apenas un poco mas adelante el camino se volvía dividir en dos y esta vez sin señalización. Supuse que había cogido el camino que seguía recto de lo contrario habría marcas del derrape en la tierra. Me adentre en este intentándome acordarme de cada detalle por si tenía que volver al cruce en caso de haber cogido el camino equivocado. Atrás se había quedado el camino asfaltado lleno de gente que lo transitase. El segundo tramo del camino parecía sacado de un cuento. No había más que arboles, hierbas y un montón de flores silvestres. En la primera curva algo me araño la pierna derecha.

-Mierda.-me dije a mi misma.-Zarzas como no.

Me agache para ver el corte de mi pierna. No era más que un arañazo superficial. Cuando volví a alzar la vista me encontré con un paisaje muy diferente al de un cuento. Una nube había tapado el sol y todo lo que se veían eran las sombras en la oscuridad. Empecé a incomodarme y llame a mi prima con esperanza de hallar alguna respuesta. No era posible que hubiese corrido tanto. Tendría que oírme si la llamaba. Pero Alicia no me respondió en su lugar un aterrador susurro empezó a llamarme por mi nombre.

- Cristal, Cristal, Cristal…- era el cumulo de voces mas aterrador que había oído nunca. La sensación de terror empeoro cuando de entre los arboles salió un escuadrón de sombras como la que había visto en el metro. Se acercaron a mí murmurando cosas que no podía entender. Yo comencé a retroceder sin mirar hacia atrás murmurando.
-No es real. No es real. No puede ser real.- mi voz fue pasando de un susurro casi inaudible a un grito desesperado de socorro. En el momento que una de las sombras me toco y pude notar como su mano fría me agarraba del hombro. Empecé a chillar como no lo había hecho en mí vida. En el instante que aquel grito salió de mi boca sucedió algo que no olvidare fácilmente, algo que seguramente me salvo la vida ese día. En el ese preciso instante la perla de mi medallón se iluminó y libero una onda de energía que volvió a iluminar todo el bosque e hizo que las sombras se marcharan con la oscuridad.

-¡Cristal! ¡Cristal!- me llamó una voz desde detrás de unos matorrales. Pero no era una voz aterradora como la que me acababa de escuchar hacía unos instantes, era la voz inocente de una niña.
- Cristal ¿Por qué gritas?- me preguntó Alicia.
-¿Qué? – le conteste volviendo en mí.
- ¿Que por que estabas gritando?- me repitió ella.
- Ah!- le conteste mientras pensaba algo que tuviera lógica.- He visto un ratón.
-Que exagerada que eres.- se burlo ella.
-Créeme daba mucho miedo.-le dije en tono serió y agarrándome el medallón.

Durante el resto del camino a la cima volví a buscar una explicación a lo que me había pasado, pero no se me ocurrió nada aparte de que me lo había imaginado y no. Había sido muy real. Sabía bien lo que había visto aunque nunca pudiera explicarlo.

Alicia no menciono el incidente del ratón en ningún momento cuando llegaron nuestras madres. Yo supuse que era lo suficiente mente lista como para saber que no me apetecía bromear, solo tenía que tener en cuenta que no había soltado más que monosílabos después del incidente.

-Como habéis corrido.-dijo mi tía cuando nos vio sentadas sobre una piedra en la cima.-No os hemos visto en todo el camino.
-Que pálida estás.- fue lo primero que me dijo mi madre.- ¿Te encuentras bien?
- Si mama, es solo que tengo algo de hambre.- Era absolutamente mentira no me apetecía comer nada en dos semanas.

- Tranquila que enseguida nos vamos a comer.- me contestó ella.

Agradecí en silencio que mi tía dijera que quería que no nos separáramos de ellas a la bajada. Mientras bajábamos conseguí dejar de pensar en las sombras. Y más cuando el resto del día sucedió con normalidad. Pero aquella noche se hizo muy larga y pesada. Las pesadillas en las que un ejército de sombras me atrapaba se repitieron durante toda la noche. En todas ellas por mucho que gritaba nadie me oía. Pero en la realidad Alicia me oyó gritar en sueños durante toda la noche.

-Has estado gritando toda la noche.- me dijo mientras desayunábamos a la mañana siguiente.
-A si, no me acuerdo- le mentí.- Solo sería un mal sueño.
- Daros prisa en prepararos que con el día tan bueno que hace me apetece llegar pronto a la playa.-Nos dijo mi abuela.
-Está bien. –conteste yo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

:O que seran las sombras!!!! aaah! super interesante el blog *_*
ya me adiccie xD
bueno escribes super
espero y hagas otro blog :D
adios

Att: Melanie ^^

Consejera Virtual dijo...

GENIALL !! jjaja por favor la historia es super adictiva!! ¿¿¿¿seraa tipoo de un mundo magiicoo ??O_o!
buenoo segui escribiendoo! jaja..

Consejera Virtual dijo...

www.twilightsagaisback.blogspot.com (L)

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
EL MEDALLON DE CRISTAL


DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES DE NAVIDAD 2009 ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE CREPUSCULO.

José
ramón...

Anónimo dijo...

está genial :)

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